Desde Barcelona, el Mindful Eating llegará a las empresas españolas para promover hábitos saludables

El Método Atrévete a Comer (MAC), el primer programa en España que aplica el Mindfulness a la alimentación, pretende posicionar su programa entre los cursos e-learning más rentables para las empresas saludables entre el 2019 y el 2020.

 

Clara Rosell y Mónica Fernández, psicólogas y expertas en Mindfulness quieren que el Mindful Eating (Método MAC) ocupe el lugar que se merece en el trabajo. Clara y Mónica, formadoras del Método MAC en el Institut Gestalt de Barcelona, están convencidas de que el Mindful Eating es la opción más inteligente si se quiere promover hábitos saludables en la empresa y al mismo tiempo reducir el estrés. Son capaces de integrar hasta tres hábitos saludables en una misma intervención:

  • Alimentación consciente
  • Actividad física
  • Atención plena o mindfulness

La barcelonesa Homuork las ha escogido para su modalidad online para empresas y profesionales. Así, con un único curso e-learning, las psicólogas se han comprometido a mejorar la salud física, psicológica y emocional de una organización, en tan solo 8 semanas y a precios razonables. Su lema es toda una declaración de intenciones “Mindfulness y Mindful Eating para tod_s”.

 

El Mindful Eating, al igual que el Mindfulness, proviene de EE. UU. Fue en 2012 cuando The New York Times publicó Mindful Eating as Food for Thought, mostrando al personal del gigante Google comiendo conscientemente en su sede de California. Las psicólogas opinan que gran parte del éxito del Mindful Eating en EE. UU. se debe a su sentido de libertad, y eso es precisamente lo que creen que valorarán de ellas las empresas. No en vano, se ha llegado a definir al Mindful Eating como la anti-dieta ya que no se trata de renunciar a nada ni mucho menos de seguir unas normas o reglas alimentarias. Las personas son libres de escoger qué y cómo quieren comer en cada momento. Se respeta que la alimentación forma parte del área privada y cada persona es libre de escoger qué comer sin sentirse juzgada (y menos por la empresa).

“Nosotras no promovemos la obediencia a una dieta y menos en el ámbito organizacional. Sabemos que esto lleva al agotamiento mental y emocional, nos hace personas menos productivas y más vulnerables al estrés. Además, hoy sabemos que las dietas representan un riesgo para el desarrollo de la obesidad. De lo que se trata es de aprender a tomar decisiones más libres y menos condicionadas a factores externos (como la apariencia de los alimentos) o emocionales como puede ser la ansiedad ante una presentación en público. También enseñamos a manejar bien el hambre emocional, un tipo de hambre que se ha relacionado con el aumento de peso o la pérdida de control con la comida.”

La libertad y la toma de consciencia son su valor de éxito. Por lo que confían en que el Mindful Eating se integrará mejor en el contexto laboral frente a otras intervenciones más directivas o basadas exclusivamente en consejos dietéticos. Está claro que a nadie le gusta que le digan qué debe (o no) comer, y menos a una persona adulta en su lugar de trabajo.

Si bien el objetivo del Mindful Eating es mantener una relación sana y fácil con la comida, no son pocos los estudios científicos que han descrito numerosos beneficios secundarios derivados de su práctica: se consume menos calorías y porciones más pequeñas, se pierde significativamente más peso (incluso comiendo fuera de casa), se reducen los atracones, el IMC y la ansiedad. Pero no todo es reducir, también logra aumentar el bienestar psicológico y, aunque parezca mentira, se acaba siguiendo una alimentación más saludable.

El mindfulness también ha sido científicamente probado no sólo como herramienta para reducir el estrés sino también para liberar a la mente de la sobrecarga propia de la época multitasking que vivimos, así como potenciar una serie de funciones cognitivas que favorecen un mayor grado de concentración. Pero los beneficios van más más allá de lo personal, las organizaciones “conscientes” son también más rentables. Adecco Training informó que el retorno de la inversión de las intervenciones basadas en mindfulness en una organización es del 200% y que permite aumentar un 20% de la productividad personal. Parece que existe un buen mercado para el Mindful Eating, el 80% de las organizaciones consultadas por Adecco se planteará formar a sus trabajadores en la atención plena en los próximos años. Si eres una de esas empresas, ahora ya conoces el Método MAC de Mindful Eating.

Publicado en Europa Press

O… ¿cómo poder dejar pasar la croqueta tentadora (si no tenemos hambre física)?

 

Retransmitimos en directo des del Facebook Live de Clara Rosell Dronda, psicóloga y psicoterapeuta especializada en Mindfulness ¡además de bloguera de recetas sin gluten!

¿Creías que las formadoras de Atrévete a Comer y sus clases eran aburridas? ¡eso es porqué no has conocido a Clara!  es una persona alegre, vivaracha y a la que le encanta reír.


¿preparado@s?

Mindful Eating y Atención plena

Mindful Eating. O…¿cómo poder dejar pasar la croqueta tentadora (si no tenemos hambre física)? Volvemos en directo desde Tarragona ☺️ Bienvendid@s preparado@s?

Posted by Clara Rosell Dronda · Psicóloga on Dienstag, 16. Januar 2018

10 geniales GIFs que nos ayudan a comprender por qué cada vez más personas practican el Método MB-MAC Atrévete a Comer

 

1.- Como porqué “toca” o no encuentro una cosa mejor que hacer. Como por costumbre, por no tirarlo, por aburrimiento, para recompensarme, para relajarme, para sentirme libre, para sentirme acompañado, para sentirme bien, para quedar bien, porqué lo dice el experto/a, etc. etc. VS ¿De verdad tengo hambre? (física) como cuando siento las señales de hambre en mi estómago y no uso la comida como un asiolítico.


2.- Elijo los alimentos por el número de calorías que tienen (tengo una lista de alimentos prohibidos) VS Como todo tipo de alimentos, escucho mi cuerpo y elijo los alimentos que me sientan mejor y disfruto.


3.- Como sin prestar atención hasta llenarme (como distraído/a, mirando la TV, el teléfono, un libro…) VS Saboreo, disfruto plenamente la comida hasta saciarme (estando conectado/a conmigo).


4.- El tope lo pone otro (la dieta, el cocinero/a, el tamaño del plato, el buffet…) VS El tope lo pone mi estómago (soy capaz de dejarme comida en el plato cuando ya no necesito más).


5.- Me caracteriza la rigidez, la perfección, el control, la auto-exigencia… “sólo hay una manera correcta de hacerlo y lo tengo que hacer siempre bien” VS Me decanto por la flexibilidad y la comprensión “estoy aprendiendo a descubrir cuál es mi manera y necesito práctica”.


6.- Busco continuamente la satisfacción inmediata «necesito placer ya», reacciono ante los estímulos y detonantes sin parar en las consecuencias VS Soy capaz de sostener el impulso y elegir con consciencia y sabiduría.


7.-Hago ejercicio de manera intensa y puntual para adelgazar o compensar las calorías extras. Y subo por el ascensor, escaleras mecánicas, utilizo siempre la moto o el coche… (“ya me muevo en el gimnasio cuando voy”) VS Hago ejercicio para cuidarme porque mi cuerpo lo necesita diariamente. Aprovecho las escaleras o cualquier oportunidad para moverme, para disfrutar y para cuidarme.

 


8.-  Mi energía está destinada a la dieta (pensar en comida, en no comer, en comer, en compensar…) VS Mi energía se destina a mis proyectos vitales, a estar presente.


9.- Vivo con el piloto automático puesto, soy el Actor Secundario de mi película mental VS Estoy presente en mi día, medito formal o informalmente, me convierto en Director y Protagonista de mi película.


10.- Vivo para comer VS Como para vivir. Con vuestro permiso, este último GIF es para la mentalidad Mindful Eating: comer conscientemente es disfrutar del placer de nutrirse sin más, es afrontar la vida sin necesidad de recurrir a la comida, es encontrar más maneras de distraerse, por qué sentirse acompañado de verdad es otra cosa y sentirse libre es mucho más!

 

Mentalidad dieta vs Mindful Eating ¿CON CUÁL TE QUEDAS?

@Atreveteacomer

clown

Quizás ha llegado ya el momento de querernos tal y como somos.

Cuando he leído esta mañana la brillante entrevista de Ima Sanchís he podido conectar con ese desgaste emocional que creo que nos sucede a casi todos de querer ser otra persona que no somos. Y con eso me refiero a que íntimamente tenemos una imagen, un personaje diseñado internamente de cómo queremos ser y que nos vean.

Pues bien, hoy he decidido dejar de mirar tanto a esa parte de mí que sólo ve la distancia entre quien soy y quien debería ser, para simplemente con un gesto de cuello, mirar a la que sufre por sentirse del club de los que no somos normales. Qué acertada expresión. Y paradójica, porque en el fondo, ¿qué significa normal? y en su caso ¿quíen lo es?.

En mi caso tengo un sufrimiento añadido y es que yo he cambiado de rumbo profesional precisamente para acompañar a las personas en ese gesto. ¡Y cuántas veces me lo sigo encontrando en mí!. Así que hoy he sentido una profunda liberación al leer que comunicar mi sentimiento de desamparo es mucho más constructivo que maquillarlo.

Quizás porque este invierno me he fracturado, puedo ver ahora la luz. Es increíble cómo se repite la lección una y otra vez, el aprendizaje tras el sufrimiento, y aún así lo mucho que hacemos por evitarlo.

Una vez más, (iba a escribir la solución, qué tic) el paso es mirarse y amarse a uno tal y como se ve. Con el cuerpo, el ánimo, la cara, las cicatrices, los órganos que faltan, las heridas sangrantes… Tal cual. Qué difícil es ese gesto y por contra cuánto exigimos a los demás que lo hagan.

Pero no es posible el amor sin visión. Qué poco nos vemos. El otro día me decía una clienta que ni se miraba al espejo de la vergüenza que le daba verse. Eso es lo que hacemos todos, yo incluida, cada vez que nos quedamos embobados mirando esa foto retocada de photoshop, manoseada de tanto desearla. Porque a pesar de tener dos ojos, para bien o para mal, miran en la misma dirección. Y si están en la foto, no están en quién mira la foto.

Gracias Ima por canalizar esa lección de amor de hoy. Por permitirte romperte para dejar pasar la luz.

Quizás ha llegado el momento, de vernos y querernos, tal y como somos.